Carlos Eduardo Almonte, de 24 años, nacido en República Dominicana y nacionalizado estadounidense, y Mohamed Haoud Alessa, de 20, hijo de palestino y jordana, fueron detenidos la noche del sábado.
La detención fue realizada por agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y del Departamento de Policía de Nueva York poco antes de que Almonte y Alessa, que residían en Nueva Jersey (EE.UU.), abordaran diferentes vuelos con rumbo a África.
Según las autoridades, Alessa y Almonte tenían intenciones de incorporarse a Al Shabaab, un grupo que se dice simpatizante de Al Qaeda, y que según las autoridades de EE.UU. proporcionó apoyo a los miembros de Al Qaeda buscados por los ataques contra las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania.
Un boletín policial indicó que los dos hombres iban a tomar vuelos separados hacia Egipto, primera escala de su viaje a Somalia.
Según los documentos de la Policía, Almonte y Alessa fueron acusados de conspirar para matar, mutilar y secuestrar personas afuera de Estados Unidos, y serán encausados mañana en un tribunal federal en Newark (Nueva Jersey).
Si se prueba su culpabilidad podrían ser sentenciados a prisión de por vida.
La denuncia policial, firmada por Samuel Robinson, un agente del FBI en la oficina de Newark, señaló que los dos hombres han estado bajo vigilancia de esa agencia desde 2006 debido a una denuncia.
A partir de 2009, un agente encubierto de la División de Inteligencia de la Policía de Nueva York grabó numerosas reuniones y conversaciones con Alessa y Almonte en las cuales discutieron sus planes.
Almonte y Alessa, según los papeles policiales, hicieron ejercicios para acondicionarse físicamente, se involucraron en entrenamiento que simula combate, ahorraron miles de dólares para su viaje y adquirieron ropas y accesorios militares.
Según la denuncia del FBI, los dos jóvenes expresaron que era su obligación librar una "guerra santa violenta" y en algunas ocasiones expresaron su disposición a cometer actos de violencia en Estados Unidos.
El jefe de policía de Nueva York, Raymond Kelly, dijo que los dos sospechosos habían viajado a Jordania en 2007 y trataron de entrar a Irak pero fueron rechazados por quienes debían reclutarlos.
Kelly dijo que los dos ya habían obtenido los pases para abordar sus vuelos y que hubo "una reyerta" cuando Alessa se negó a echarse al piso como le ordenó un policía.
Según las autoridades, el año pasado Alessa dijo al agente encubierto: "Esta vez me voy, si Dios quiere, y no retornaré jamás. De la única forma en que yo retornaría es si estuviera en la tierra de 'jihad' y el jefe me ordenara que volviera para hacer algo aquí".
Según otra conversación grabada en abril de 2010 Almonte, supuestamente, dijo que pronto habría tropas de Estados Unidos en Somalia y que eso era bueno porque "no sería divertido matar sólo africanos".
Asimismo, y siempre según los documentos de la denuncia, hay una grabación en la cual Alessa supuestamente le dice a Altamonte que él superaría las acciones del mayor Nidal Hasan, el psiquiatra del Ejército de Estados Unidos acusado de matar el año pasado a 13 personas en una base militar en Fort Hood, Texas.
Alessa y Almonte son los últimos estadounidenses o inmigrantes en EE.UU. acusados de unirse, o al menos de tratar de unirse, a Al Shabaab, un grupo al cual el Gobierno de Estados Unidos califica como terrorista desde 2008.
Los investigadores sostienen que Almonte y Alessa también se cuentan entre los supuestos terroristas que han recibido inspiración de dos conocidos ciudadanos estadounidenses que han reclutado combatientes en internet.
Los combatientes son Adam Gadahn, un portavoz de Al Qaeda en Pakistán, y Anwar al Awlaki, un clérigo que habría inspirado ataques recientes como el tiroteo en Fort Hood, y los fallidos atentados con explosivos en Times Square, en mayo pasado, y en un avión que volaba de Amsterdam a Detroit el día de Navidad del 2009.
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