1.- Trece (13) meses han transcurrido desde el día 2 de junio de 2010, fecha en la cual una organización al servicio del crimen organizado llevó a cabo la tentativa de asesinato contra mi hijo Jordi Veras, hecho que por lo alevoso y artero conmovió en lo más profundo a todos los sectores, clases y capas sociales más sensibles del país.
2.- Desde el mismo momento de ejecutada la acción criminal contra Jordi, los organismos investigativos del Estado, fundamentalmente de la fiscalía y la Policía Nacional, hicieron ingentes esfuerzos, labor que fue coronada con el éxito, al detener a la generalidad de los responsables.
3.- La familia Veras, ha apreciado en su justo valor los esfuerzos de los investigadores, y así lo ha reconocido y reconoce, y espera que el trabajo de la Policía Nacional y la Procuraduría Fiscal de Santiago, concluya con la detención y sometimiento de los que todavía no están formando parte del expediente.
4.- Nuestra familia ha vivido momentos sumamente difíciles, amargos, tortuosos, desde el mismo día de la tentativa de asesinato contra Jordi, pero no hemos caído en la desesperación ni hemos dado motivos para que los investigadores lleguen a festinar la investigación. Pero sí queremos que todo aquel que, en una u otra forma, en algo tuvo participación en la realización del hecho criminal pague por su accionar.
5.- Para comprender el estado de angustia que ha vivido nuestra familia basta con saber de las lesiones permanentes que Jordi lleva en su cuerpo, incluyendo la pérdida total de la visión de su ojo derecho, sin contar con la sucia campaña pagada por quien también financió la muerte de mi hijo, y ejecutada por personas vinculadas a medios de comunicación que demostraron su bajeza, cobardía y mediocridad.
6.- La familia Veras, está formada de un material que resiste todo, no se dobla ni se rinde. El caso de mi hijo Jordi es el caso de todos los padres y las madres que en este país han luchado por una sociedad justa, humana, en la cual los hombres y las mujeres se distingan y valoren por su dignidad y apego al trabajo material o intelectual.
7.- Los trece (13) meses transcurridos nos dicen que luego de detenidos aquellos que faltan por ser investigados, el próximo paso legal es el trabajo ante los tribunales; allí iremos confiando en el material humano que administra justicia en Santiago, para que con las pruebas reunidas rodeadas de legalidad, sea emitida una sentencia ejemplarizadora contra los que quisieron asesinar a mi hijo Jordi.
8.- La más alta expresión de la especie humana, la solidaridad, la ha recibido la familia Veras en el caso de Jordi. Todas las personas relacionadas con nuestra familia, y hasta desconocidos, nos han manifestado su solidaridad, la que hemos valorado y sentido. Nunca olvidaremos el hecho de que lo mejor de nuestro pueblo ha estado en todo momento haciendo causa común con la situación de pesar que nos ha tocado vivir.
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