Por Hector Olivo
En las dos últimas semanas ha sido notoria la preocupación de una gran parte de los sectores de opinión por temas en el tapete en los que coinciden en sus apreciaciones y criticas con representaciones de denominada sociedad civil.
Unos y otros, se aprecia, sintonizan con un sector político partidario en la oposición a la presente gestión de gobierno para cerrar un anillo con gran incidencia mediática.
Los lamentables inconvenientes en el desayuno escolar, el actual viaje al exterior del Presidente Leonel Fernández han estado en la agenda de estos sectores como también la recién celebrada asamblea de la Liga Municipal Dominicana, el debate en torno a la Ley del Tribunal Constitucional y el reclamo del cuatro por ciento del PIB para la educación en un Presupuesto y Ley de Gastos Públicos aprobado y en ejecución.
Recetas, recomendaciones y hasta reprimendas públicas ha recibido el gobierno de parte de estos sectores, quienes están convencidos que las actuales autoridades del Ejecutivo y Legislativo tienen varas mágicas o botones que al oprimirse ponen en funcionamiento las formulas y esquemas propuestos para resolver los problemas en su forma de ver las cosas.
El compromiso de agregar diez mil millones de pesos más al sector educativo en un presupuesto complementario y la enorme inversión mediante los ministerios de educación y educación superior son insuficientes, dicen.
Se hace el reclamo basado en el Producto Interno Bruto que cada cierto tiempo ofrece el Banco Central, como expresión numérica del comportamiento económico, cifra en la que estos sectores no creen. Imponiéndose entonces que digan cual es la de ellos, para que se haga el calculo relativo para el sector educativo.
Uno y otros temas para estos sectores se repiten y reciclan, lo que hace que la población los vea monótonos y de pobre impacto.
Me voy a tomar el atrevimiento de hacerle una sugerencia que sirva de fondo para pronunciamientos y posiciones públicas.
No es nada extraordinario en razón de que en otros momentos ha sido tema de comentarios de parte de los sectores a que aludimos.
Seria interesante ver un pronunciamiento de este sector llamando la atención sobre la costosa publicidad de los llamados precandidatos del Partido Revolucionario Dominicano.
Estoy seguro que si hubiese sido las elecciones internas del Partido de la Liberación Dominicana el reclamo se hubiera hecho.
Enormes y costosas vallas promueven los señores que compiten por la nominación presidencial perredeísta, al igual que ocupan a diario las costosas paginas completas en los periódicos impresos.
La avasallante publicidad se siente en Internet en páginas especializadas, en hacker que penetran a las direcciones electrónicas de que disponemos ofertando las cualidades de los señores competidores internos.
La radio y la televisión tienen promociones de los señores precandidatos en cada cambio. Los eventos especiales como series finales del béisbol o la presente contienda beisbolistica del Caribe están repletos de spot y cintillos de campaña de las primarias del PRD.
Por qué los amigos de la denominada sociedad civil y los hacedores de opinión no preguntan por el alto costo de esta campaña y de donde sale el sustento de la misma.
¿Como se explica el enorme gasto en promoción y propagada por todos los medios y se le solicite a la Junta Central Electoral aportes para organizar la llamada convención blanca ¿ Las denominadas asociaciones de la sociedad civil, vigilantes de la democracia, tienen ahí un buen tema para opinar, sugerir y recomendar. Ojala que se animen.
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