Nelson Encarnación
Ito Bisonó: vice de Hipólito
La casi segura alianza electoral de peledeístas y reformistas, el desencuentro Miguel-Hipólito, los últimos resultados de algunas encuestas y otros factores subyacentes, siguen sembrando la incertidumbre alrededor de la candidatura del Partido Revolucionario Dominicano.
Obviamente que lo más preocupa en ese conjunto de malas noticias para el abanderado del PPH ha sido la decisión del PRSC de pactar con el PLD, ya que los estrategas de Mejía saben que ese elemento catapulta a Danilo Medina hacia un triunfo holgado en primera vuelta.
Por esa razón, y tomando como parámetro el hallazgo de la Penn & Schoen, según el cual es probable de la militancia reformista se incline en una proporción importante hacia Mejía, la campaña del PPH ha barajado en los últimos días un menú de posibilidades para buscar un segundo aire.
Dentro de diversas opciones, al parecer han llegado a la conclusión de que la mejor manera de dividir el voto reformista es ofreciéndole la candidatura vicepresidencial del PRD al diputado Víctor-Ito-Bisonó, evidentemente uno de los principales contrarios a que el PRSC pacte un arreglo con el PLD en primera vuelta.
Una importante figura balaguerista, ya casi en retiro pero cuyas acciones tras bambalinas son frenéticas, habría aconsejado a Mejía de que llevar a Bisonó en la boleta en lugar de Luis Abinader, sería uno de esos golpes de efecto que necesita para tratar de revertir la tendencia que apunta a ubicarlo en un 40% o menos el 20 de mayo.
¿Qué aportaría Bisonó, según esos diletantes, que pudiera beneficiar importantemente a Mejía?
En primer lugar, le conectaría más directamente con los reformistas y podría aprovecharse de ciertos disgustos que también ciertos dirigentes reformistas tienen con el PLD, logrando eventualmente atraerse una mayor franja de ese partido que la reflejada por las encuestas.
En segundo lugar, le conectaría con un sector empresarial que sufrió mucho la debacle económica provocada por la pésima gestión de Mejía (2000-2004) y que de alguna manera impulsó los afanes presidenciales de Ito.
Ahora bien, ¿cuál sería la consecuencia inmediata de cambiar en esta etapa al candidato vicepresidencial? Para los estrategas de Mejía el golpe de efecto anularía cualquier ingrediente negativo.
Otra interrogante es si Bisonó y el sector reformista que baraja la fórmula tendrían la fuerza suficiente como para disgregar el voto colorao, tomándose en cuenta que al lado de Mejía irían básicamente “generales sin tropas”, es decir, nombres pero no votos.
En definitiva, y cual que sea el impacto que se busque, lo que se evidencia es el efecto sísmico que ahora mismo sufre la candidatura de Mejía.
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