NUEVA ORLEANS- El funcionario federal a cargo de la limpieza dijo el viernes que una nueva tapa de contención y un barco adicional para recolectar crudo podrían contener el derrame para el lunes próximo.
El comandante de guardacostas Thad Allen dijo que el sábado comenzarán las tareas de reemplazo de la campana actual con una más ajustada.
Al mismo tiempo, un buque que se conectará a otra parte de la pérdida empezaría a funcionar el domingo. Si todo sucede de acuerdo con los planes, esta combinación podría recoger todo el petróleo que derrama el pozo.
En tanto, continúan los trabajos en lo que se espera que sea la solución definitiva: dos pozos de alivio que interceptarán el derrame muy por debajo del lecho marino.
Aunque las autoridades creen que el primero podría quedar finalizado a fines de julio, semanas antes de lo calculado, sostienen que ello requeriría condiciones ideales.
Eso es algo que raramente ha sucedido desde que comenzó la fuga hace más de dos meses y medio con la explosión de la plataforma Deepwater Horizon a unos 80 kilómetros (50 millas) de Luisiana.
"La credibilidad de BP es casi inexistente", dijo el presidente del ayuntamiento de Jefferson Parish, John Young. "Deseo que lo cieguen lo antes posible, pero no lo espero. No son de fiar y no han sido transparentes o abiertos".
En Nueva Orleáns, un tribunal federal de apelaciones rechazó el jueves las gestiones gubernamentales para reanudar la moratoria en las prospecciones a gran profundidad, lo que permitirá continuar esa actividad mientras prosiguen las batallas legales.
El fallo no es la última palabra en los esfuerzos del gobierno de Barack Obama para suspender las nuevas prospecciones, para poder estudiar los riesgos como los derivados del accidente de BP. El mismo tribunal de apelaciones escucharía los argumentos sobre los méritos de la moratoria a fines de agosto o primeros de septiembre.
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